Cubiertas paisaje para la biodiversidad
Recientemente he hecho un viaje por Suiza para ver cubiertas
vegetales. Estaba organizado por Stephan Brenneisen, director del Centro de Competencias
en Cubiertas Verdes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich. Ha sido
un viaje de gran interés porque me ha permitido obtener una visión diferente de
las cubiertas vegetales. Es verdad que el objetivo y la finalidad de esta
solución de cubierta cambia con el clima y el lugar, como todo lo que tiene que
ver con la sostenibilidad, pero en este caso se trata de una visión conceptual
diferente. Las cubiertas vegetales siempre servirán para reponer el terreno
vegetal destruido por el edificio, para incorporar vegetación en la ciudad y
con ello moderar las temperaturas, tanto de invierno como de verano, para
limpiar el aire, para absorber el agua de lluvia y evitar las escorrentías
violentas en las superficies impermeables, y para aportar un aislamiento
conductivo adicional. En el caso español
la aplicación y ventaja más directa es la de la protección solar, reduciendo,
hasta llegar a eliminar, el sobrecalentamiento solar desde la cubierta.
Es evidente que todos estos objetivos, junto con el bajo
mantenimiento y peso propio de las cubiertas ecológicas, variedad ligera y de
bajo mantenimiento , se deben mantener. Pero la visión nueva que he tenido es
la de la biodiversidad y el paisajismo, que se deben incorporar en las
cubiertas, haciendo que se recuperen dentro de la propia construcción.
Las riberas de los ríos y embalses, que ha sido ocupadas por
construcciones e infraestructuras, o los prados de su entorno, aportando su
singularidad, tanto en el tipo de suelo como en las plantas e insectos, pueden
ser la base del sustrato del nuevo techo. Si hasta ahora era importante plantar
especias adaptadas al clima del lugar, en este momento creo que hay que darle
una importancia altísima al empleo en la cubierta de plantas autóctonas y
locales, no sólo las adaptadas al clima, independientemente de su humildad, y tal
vez combinadas con otras de aspecto o porte más notables, probablemente más
convencionales. El paso del tiempo decidirá cuáles deben predominar sobre las
otras; pueden aparecer amapolas y cardos donde se plantaron otras especies.
Esto llevará en poco tiempo a crear una diversidad biológica, tanto de plantas
como de insectos o arácnidos en la cubierta, que ayudará a la regeneración y
recuperación de la zona desde la propia construcción que la destruyo.
Es verdad que no debemos olvidar el que considero el
objetivo fundamental de las cubierta ecológicas en España y en los climas con
mucha radiación, es decir la protección solar, con una cobertura vegetal densa
y extensa, que habrá que alcanzar, pero incluyendo los criterios mencionados
anteriormente.
El objetivo paisajístico debe incorporarse igualmente. Hay
que huir de los sustratos de espesor homogéneo y de plantaciones regulares en
filas y columnas. Se debe buscar un relieve ligeramente ondulado con espesores
que puedan ir de los 8 a los 20 ó 30 cm; esto últimos para planas que necesiten
de una mayor profundidad para sus raíces, pero aún suficientemente ligero para
admitir el riego por capilaridad. Las piedras intercaladas entre las plantas
también ayudarán a crear variedad en el paisaje y biodiversidad bajo ellas.
El concepto de cubierta ecológica, por tanto, debe cambiar,
no quitando objetivos sino enriqueciéndolos con nuevas ideas.
Algunas de estas ideas se pueden ver en las cubiertas que he
fotografiado en el viaje. Por ejemplo, éste es el paisaje que se consigue sobre
la cubierta de las instalaciones de depuración de las aguas del lago Moos de
Zúrich . Estas cubiertas verdes se construyeron en 1914 como camuflaje; hoy en
día, rehechas, ocupan 30 000 m2 y son un prado riquísimo en plantas, con 175
especies, donde crecen incluso 9 variedades de orquídeas.
Esta otra cubierta está sobre el techo del centro comercial
del Sihl City, Shopping Mall de Zúrich, que es de 2005, tiene una combinación de
substratos comerciales, y muestra como se pueden combinar instalaciones y vegetación.
En esta cubierta sobre el Jakob Burckhardt Haus de Basilea, obra
de Zwimpfer Partner y Krarup Furrer, se ve la ondulación de la superficie. La superficie
se ha formado en parte con restos obtenidos de las riberas de los ríos del
entorno, hoy completamente destruidos.
En estas otras, se combinan zonas con agua con cubiertas
curvas y con fotovoltaica. Es la cubierta del Gemperle AG company, en Sins
(Aargau).
Estas otras son las cubiertas de la estación final de
tranvías de Basilea, la Tram Depot BVB. El sistema permite intercalar
lucernarios con cubierta vegetales onduladas. Las viviendas situadas en el entorno
de este edificio para los tranvías de Basilea sólo verían cubiertas de chapa u
hormigón, pero al cubrirse con vegetación con intención paisajística ver un
prado y se benefician de una temperatura más estable durante todo el año.
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